Por Jorge Rachid 

Así comenzó primero con atentados menores, de noche, al amparo de la oscuridad contra locales partidarios en diversos lugares del país, en especial de La Cámpora y Nuevo Encuentro, siendo éste último atacado a balazos, desde edificios cercanos por personajes marginales, excitados por las purgas en marcha y lo medios, contra el peronismo, como en 1955 y en 1976.

La ofensiva mediático judicial, cobertura necesaria del saqueo neoliberal en la Argentina, de mano del macrismo, se desarrollaba en el marco institucional, de guardar las apariencias de un proceso de apariencia transparente, que venía a “limpiar” la política, ejecutada por los mayores ladrones de guantes blancos de la historia argentina, desde los albores de la dictadura militar bajo la denominación de la Patria Contratista desde entonces, hasta hoy.

Como no les alcanzó esa estrategia, ni tampoco la permanente agitación de la “pesada herencia”, ni los “doce años de corrupción”, tampoco la “destrucción del estado” y todo el arsenal desplegado para ejecutar la mayor transferencia de ingresos, de los sectores trabajadores a los dueños del poder, en los últimos 33 años de democracia, apelaron a los “servicios”.

Así comenzó primero con atentados menores, de noche, al amparo de la oscuridad contra locales partidarios en diversos lugares del país, en especial de La Cámpora y Nuevo Encuentro (2), siendo éste último atacado a balazos, desde edificios cercanos por personajes marginales, excitados por las purgas en marcha y lo medios, contra el peronismo, como en 1955 y en 1976.

No es menor en este marco la detención de Milagros Sala, desde el inicio del gobierno, en una medida no sólo ilegal, sino teñida de los peores atropellos judiciales de la historia argentina, en Jujuy, donde la necesidad estratégica del Yacimiento de Litio, el segundo en importancia del mundo, debía ser preservado, según la embajada de EEUU de indios, negros y organizados como es la Tupac, encarcelada por el poder político, modificado en su Tribunal Superior con militantes del gendarme Morales.

La Ministra de Seguridad, la misma que fue a buscar a Washington la Ley de seguridad, que presentó al Congreso, es la que dio a conocer los horarios, rotaciones de personal, reducción del mismo y su ubicación a los medios, de la custodia de Cristina en una medida inédita, con una ex presidenta del país por dos períodos.

Pero como la reacción popular no fue alcanzada por semejante catarata de denigraciones, descalificaciones, mentiras y contradicciones generadas por ellos mismos, entre las afirmaciones públicas y lo presentado ante organismos internacionales, donde el país recibido está estable y donde el Indec actual plantea que hubo un crecimiento del 2,3% en el 2015 y un déficit de 2,5%, y el pueblo igual salió a la calle, debieron aumentar la apuesta.

Así fue que no les bastó la persecución a periodistas opositores, ni la patoteada mediática a artistas e intelectuales que adhirieron al gobierno peronista, debían utilizar la violencia como método intimidatorio, con la periodista Cynthia García, en su casa robando su material de trabajo del canal Web que maneja y es fuente de información de miles de argentinos.

Por eso la persecución judicial a Hebe de Bonafini, ícono único mundial de Madres, en su lucha en paz por sus hijos y todos los hijos desaparecidos, bajo la consigna de Verdad, Memoria y Justicia, que se llevó a cabo con 900 juzgados por delitos de Lesa Humanidad, de los cuales 110 fueron absueltos, lo cual demuestra que la Justicia funcionó imparcial, sin venganzas, ni atropellos.

Bueno contra ellas fueron desde la Justicia y el pueblo reaccionó impidiendo el atropello, haciendo retroceder al juez cooptado.

Si a estos hechos agregamos la “limpieza” realizada en las oficinas de Guillermo Moreno, donde nuevamente lo robado es material de información, sin dinero de por medio, nos podemos imaginar, que el gobierno ha despertado el huevo de la serpiente, con Stiuso, agente de la CIA y la Mossad, retornado con sed de venganza.

Es una política, ejecutada aquí pero planeada extramuros, con un gobierno que no es tal, sino ejecutor de órdenes de sus ministros, coroneles del imperio.

Los peronistas hemos sufrido mucho más que esto, con muertos, desaparecidos, encarcelados, exiliados, como para que nos puedan destruir con facilidad.

Es más, cuando más nos atacan, más nos unimos, por eso quienes se dicen peronistas y se siguen limpiando la boca con Cristina, o no leyeron a Perón, o no leen la realidad o no apuntalan el movimiento nacional ex profeso o son funcionales el enemigo, que no se puede denominar de otra manera a un gobierno antiperonista, insensible, inhumano, brutal que arrasa derechos sociales y va en busca de acumular, a costa de la exclusión social, la flexibilización laboral y el disciplinamiento social, que no logran y por eso comenzaron con la violencia fáctica.

No pasarán, sin dudas los pueblos con memoria, no se dejan vencer.

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