Luego
de la derrota electoral de 2015, el peronismo transitó un proceso de
debate interno. Reflexionando sobre las causas del triunfo de la
oligarquía, de manos del macrismo, pero fundamentalmente, formuló el
debate político que faltó en el FPV.
A nueve meses de
aquella contienda, este gobierno liberal, ha demostrado fehacientemente,
que solo vino a defender los intereses de una minoría, privilegiando,
por supuesto, los intereses de los terratenientes, los dueños de las
tierras más fértiles de la Argentina, como así también a los grupos
económicos más concentrados y que en definitiva, se compone en un
gobierno para ricos.
A menos de un año de las próximas elecciones legislativas, el peronismo tendrá nuevamente la oportunidad de representar a la mayoría popular en nuestra Nación, y asegurar en el Congreso Nacional, Provincial y en los Consejos deliberantes, una agenda que tienda a defender los derechos adquiridos durante los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Para esto, el primer paso y fundamental, es el debate serio, responsable, de base, proyectos y propuestas. En un segundo lugar, ubicar la capacidad de articular la unidad en la acción, que es lo que determinará quiénes serán los mejores compañeros y compañeras que representen a nuestro Movimiento en las listas de 2017.
Y si este accionar no puede consolidar una lista de unidad con los mejores referentes, porque prevalece el individualismo y la mezquindad, entonces, el peronismo pondrá en práctica las herramientas, que a través de la democracia, el pueblo ha sabido construir. Me refiero a las PASO, donde todos aquellos que estamos convencidos de representar dignamente a la ciudadanía, al pueblo en su conjunto, tendremos la posibilidad de confrontar en estas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, teniendo en claro, como buenos peronistas, que quién gana debe conducir a la totalidad, siendo el que pierde, quién debe acompañar a los compañeros elegidos.
Si somos capaces de comprender este proceso histórico por el cual estamos transitando, entenderemos también, que hoy, más que nunca es digno de traer a la palestra el apotegma fundamental del peronismo: Primero la Patria, después el Movimiento y por último los Hombres.
Emilio López Muntaner
Editor
A menos de un año de las próximas elecciones legislativas, el peronismo tendrá nuevamente la oportunidad de representar a la mayoría popular en nuestra Nación, y asegurar en el Congreso Nacional, Provincial y en los Consejos deliberantes, una agenda que tienda a defender los derechos adquiridos durante los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Para esto, el primer paso y fundamental, es el debate serio, responsable, de base, proyectos y propuestas. En un segundo lugar, ubicar la capacidad de articular la unidad en la acción, que es lo que determinará quiénes serán los mejores compañeros y compañeras que representen a nuestro Movimiento en las listas de 2017.
Y si este accionar no puede consolidar una lista de unidad con los mejores referentes, porque prevalece el individualismo y la mezquindad, entonces, el peronismo pondrá en práctica las herramientas, que a través de la democracia, el pueblo ha sabido construir. Me refiero a las PASO, donde todos aquellos que estamos convencidos de representar dignamente a la ciudadanía, al pueblo en su conjunto, tendremos la posibilidad de confrontar en estas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, teniendo en claro, como buenos peronistas, que quién gana debe conducir a la totalidad, siendo el que pierde, quién debe acompañar a los compañeros elegidos.
Si somos capaces de comprender este proceso histórico por el cual estamos transitando, entenderemos también, que hoy, más que nunca es digno de traer a la palestra el apotegma fundamental del peronismo: Primero la Patria, después el Movimiento y por último los Hombres.
Emilio López Muntaner
Editor
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